dimarts, 26 de juliol del 2011

CARA Y CRUZ

Ja es veu que no estic gaire inspirat darrerament. Sort que alguns amics meus sí que ho estan. Us copio el darrer article de l'Ángel Esteban al diari Granada Hoy.

Cara y cruz

Contraste y paradoja son el latiguillo de mi conciencia. El domingo entraba en una iglesia de Marbella y un pobre con una pinta regular se dirigió a mí casi gritando, muerto de risa: “Peaso de camiseta que ta esháo, colega”. Yo llevaba un atuendo medio playero, de color azul, con unas letras rojas y amarillas en la parte delantera que decían: “¿Por qué no te callas?”, recordando la frase más famosa del rey desde el 23-F a nuestros días. Al salir de la Misa el mismo pobre dijo lo mismo, no sé si porque de verdad pensaba que era una camiseta original o porque deseaba mover mi ánimo para echarle unas monedas. Desde luego, esa estrategia es mucho más convincente que la del manido “dame argo”, tan típico en nuestras alturas serranas. Al llegar a casa, vi en la televisión la noticia de la muerte de Amy Winehouse, un cuerpo de 27 años de tormentos. “Casa del vino” sería la traducción del apellido, como un símbolo maldito, telúrico y genético, de una existencia dedicada al alcohol, la droga y el exceso. “Los genios no deben morir”, cantaba a Dalí Ana Torroja, y es verdad: el mundo necesita a esos seres gigantes, provistos de alas, para que nuestra rutina mordedora se convierta en ganas de vivir. Pero ellos se llevan mal con su existencia y con la nuestra. El bochornoso espectáculo de los dos últimos conciertos de Amy, en Vigo y en Belgrado, dando tumbos, con cara de despojada, desafinando, en medio de las iras de los fans, es el telón de fondo de un enigma en el que conviven nombres y apellidos memorables: Alejandra Pizarnik, Janis Joplin, Freddy Mercury, Jim Morrison, Kurt Cobain, James Dean, Bob Marley, Marilyn Monroe, etc.

Hay un poema de un autor cubano que se titula “Felices los normales”, que termina vapuleando a esa gran mayoría de clones corrientes y anodinos, para que “den paso a los que hacen los mundos y los sueños, las ilusiones, las sinfonías, las palabras que nos desbaratan y nos construyen, los más borrachos que sus padres y más delincuentes que sus hijos y más devorados por amores calcinantes”. Curiosa paradoja: aquellos que tienen las llaves de lo desconocido, la fama, el dinero y a veces hasta la belleza, son habitualmente unos desgraciados, quizá porque no son de este mundo. Sin embargo, los normales, y hasta algunos pobres que piden dinero en las puertas de las iglesias, son a menudo mucho más felices, y se permiten el lujo de ir por la vida riéndose de todo y de todos, incluso en tiempos difíciles. No se puede elegir ser genio o normal, pero sí se puede luchar por vivir sin necesitar muchas cosas, materiales o emocionales, y evitar así una dependencia que es un lastre.

3 comentaris:

Kasal ha dit...

Bona tarda. L'article és brillant i estic força d'acord amb el que diu. Moltes vegades aquests mites que cauen tan joves no són res més que víctimes d'una industria voraç i sense escrúpuls que només busca el màxim benefici. Per les discogràfiques, que un artista tingui una vida complexa, plena de problemes de tot tipus i turmentada és el millor que pot passar. Així l'artista surt més als diaris, les revistes i la tele i ven més. Un artista en decadència ven més entrades, doncs els fans es veuen a venir el final i volen veure al preu que sigui la darrera actuació del seu ídol.
L'Amy, igual que en Kurt Cobain, la Janis Jopli, en Hendrix, L'Ian Curtis i molts altres, va ser empesa den ben jove a una vida marcada per l'escandol, la premsa rosa, els excessos i l'èxit. Ara reposa en pau i, per sort, ens queden un grapat de cançons que deixen el seu millor testimoni, la seva veu meravellosa i el seu talent innat.
Una abraçada.

Toni Cassany ha dit...

Gràcies, Joan, per aquest comentari brillant. Veig que l'estiu et senta bé...

Anònim ha dit...

Molt bé Tony, pero a ver, toda esta parafernalia del genio, "seres gigantes, provistos de alas...", no me la acabo de tragar. Me parece una falacia ver la vida de las gentes corrientes como rutina que necesita de algo que le devuelva "las ganas de vivir", algo plano, sin emoción, sin riqueza... Yo discrepo, para mi lo corriente, mi vida por ejemplo, es muy interesante, emocionante, incluso apasionante, y, sí, no hay grades acontecimientos y yo no soy nadie, y los demás no se fijan en mi vida, pero aquí, en esa "normalidad" cada vez menos frecuente (28 años casado, 9 hijos, esperando una nieta... tu me dirás que cosa más vulgar, ni siquiera puedo decir que tengo dinero) he encontrado no sólo la felicidad sino la apuesta más arriesgada, el reto más difícil y, quizá, la recompensa más grande. Para mi el problema tiene menos que ver con los conceptos (genio, normal,corriente, gigante...) que con la satisfacción inmediata, con los "plazos": hay gente, tampoco tanta, que vende su "alma" por un trozo de felicidad inmediato, hoy, mejor, ahora, por un trozo de placer o un montón de placer. Y sí, es una opción, pero a la larga no hay quien mantenga el ritmo, al final nunca les sale bien, ni a los que juegan a lo grande, como Amy, ni a los imitadores de tres al cuarto.

Y estos son los genios? Yo creo que no, yo creo que salen a la luz pública genios con grandes desordenes personales que no pueden encontrar la felicidad más que en lo inmediato, pero estoy convencido, porque conozco a alguno, que hay un montón de verdaderos genios que no llaman la atención de los grandes mercados y que acaban siendo felices siendo "normales".

Una abraçada, Lluis.